El AMPA no toma postura en el debate de este proceso . Los miembros de la directiva que apoyamos cada una de las posturas hemos desarrollado estos argumentos para que las familias puedan decidir libremente. Estos son argumentos en contra de establecer la jornada continua. También puedes leer los argumentos a favor.
NINGUNA DE LAS IDEAS QUE SE EXPONEN EN ESTAS ENTRADAS REFLEJA LA POSTURA DE LA ASOCIACIÓN, QUE SÓLO CONTRIBUYE AL DEBATE BRINDANDO ESTE ESPACIO PARA LA INFORMACIÓN Y DISCUSIÓN. LAS POSTURAS SON RESPONSABILIDAD DE QUIENES LAS DEFIENDEN, EN SU PROPIO NOMBRE.
Hemos agrupado las razones por las que pensamos que debe rechazarse la jornada continua que se propone. Cada una de ellas está desarrollada si pulsáis sobre ella. Al margen de actualizar la entrada a la realidad de este curso, incorporamos nuevos datos como el muy completo estudio publicado por el Economic Policy Center de Esade.
Si después de leer los argumentos a favor y en contra tenéis dudas, consideramos importante resaltar que si se decide implantar la jornada continua será prácticamente imposible volver a la partida, como explicamos al final.
Si estos (u otros) argumentos te convencen de que no es bueno votar el cambio de jornada, recuerda: La mejor opción para que no se produzca el cambio es NO VOTAR, y no es antidemocrático, sino seguir las reglas del juego. Si tienes dudas de porque es así, lo explicamos al final de esta página.
1. Porque los argumentos a favor son poco sostenibles
Ningún estudio avala la mejora de resultados (de hecho, apuntan a que empeoran)
Cualquier búsqueda en internet muestra, si se leen los artículos con cierto detenimiento, que no hay ningún estudio que demuestre que el rendimiento mejora con la jornada continua que se pretende establecer de forma permanente. No deben confundirse opiniones o impresiones de expertos con datos objetivos de rendimiento. Los trabajos a los que se hace referencia en favor de la jornada continua no están basados en datos, sino en impresiones, opiniones... pero que no se demuestran. Siempre se refieren a "los pediatras", según afirma menganita... sin indicar cómo se ha llegado a esa conclusión.
Incluso trabajos que se citan habitualmente en defensa la jornada concentrada o continua no dicen lo que se les atribuye y contienen más argumentos en contra de la misma que a favor.
De hecho, aunque hay que relativizar mucho los datos, parece que la jornada continua empeora el rendimiento. Es interesante, si os preocupa este tema, leer el resumen de múltiples estudios que recoge el profesor de sociología de la Universidad Complutense Rafael Feito. En concreto, para Madrid, analizando las pruebas LOMCE para 31 de primaria, muestra que hay una diferencia significativa: los centros con jornada partida (la que tradicionalmente ha tenido nuestro centro y que se pretende sustituir ahora) obtienen una nota media de 7,16 frente al 6,77 de los centros de jornada continua. Aunque no puede afirmarse que el tipo de jornada sea la causa de la diferencia (porque lógicamente hay más factores), lo que no puede sostenerse es lo contrario, que la continua suponga mejora alguna. Estas diferencias se dan tanto en colegios de zonas pobres como medias y ricas, sin más excepción que los muy raros de zonas de nivel socioeconómico alto (en los que la diferencia es mínima)
Fuente: Indicadores comentados del sistema educativo español (2019)
Igualmente, las pruebas de 6º de primaria de Conocimientos y Destrezas Indispensables (CDI) muestran que siempre los resultados obtenidos por los centros con jornada continua están por debajo de la media. Así, en 2008, el resultado para los centros con jornada continua fue de 5,5, mientras que la media fue de 5,82. En 2014, los resultados fueron, respectivamente, 6,7 y 6,9. (Feito 2021, pág. 282)
Entonces ¿por qué muchos profesores defienden la jornada continua?
En el reciente estudio elaborado por el centro de estudios económicos de ESADE, se afirma claramente que "en el seno del profesorado, se ha instalado una narrativa en favor de la jornada matinal y sus beneficios sobre alumnado y familias que no está sustentada por los datos".
Para entenderlo bien, pongamos un ejemplo: Los médicos, cuando investigan un nuevo fármaco, desean que funcione: para saber si es realmente útil tienen que usar métodos en los que no sepan si el paciente lo toma o usa un placebo. Es el llamado "método doble ciego" (ni el médico ni el paciente saben qué se le administra, con lo que los resultados se miran objetivamente y sólo después se comprueba si el efectos de la medicina experimental es mejor que el placebo. Pero no hay sistema ciego en educación, con lo que hay que descartar la valoración que, con la mejor de las voluntades, hace el profesorado: como a los médicos (y a cualquier ser humano) su deseo de que sea mejor lo que más les favorece (ser el descubridor de un gran medicamento, tener un horario mejor) les hace ver efectos positivos que existen.
Los datos muestran que sistemáticamente el profesorado considera que la jornada continua obtiene mejor rendimiento de los estudiantes aunque lo cierto es que el impacto (objetivamente medido), si existe, es el contrario. Así se refleja, por ejemplo, en el estudio realizado por Ridao y Gil (2002), en el que se muestra como, a pesar de que los estudiantes en jornada continua tienen peores resultados (en ese caso, “necesitan mejorar” en alguna o varias asignaturas) los profesores “perciben” un mejor rendimiento. En el mismo sentido en los años 90 para Galicia.
Los colegios privados de élite y los públicos en zonas ricas establecen jornadas partidas
Debe hacernos reflexionar que los colegios que se encuentran en mejor posición socioeconómica, incluso en aquellos casos en que se trata de centros privados y que por tanto su dirección podría establecer libremente el horario que estime oportuno, sistemáticamente se opta por jornadas más largas. Es en regiones y barrios de rentas más bajas en las que más predomina la jornada continua. Aunque lógicamente no es un dato objetivo, no puede negarse de que es un indicio de que la jornada partida tiene ventajas para la mejor formación, cuando quienes por sus medios económicos podrían elegir otra cosa, sistemáticamente optan por este sistema: mientras que en las zonas pobres de Madrid seis de cada diez centros tienen jornada continua, en las zonas más ricas son menos del 3% de los centros.
Datos para Madrid (2019):
Fuente de los datos: Indicadores comentados del sistema educativo español (2019)
"Lo que más convenga a cada familia" no debe ser el argumento
Desde el colegio se ha animado a votar "para conocer la opinión de la mayoría". Se quiere llevar la decisión a una cuestión de qué es mejor para cada cual.
Sin embargo, como explicamos en esta entrada, ese no debe ser el argumento principal. Hay en juego mucho más que la comodidad o incomodidad y plantear así el debate supone enfrentar a las familias.
La jornada continua, para las familias que recogen a las 16h, no supone apenas un cambio en el horario de recogida (aunque con matices, como se explica luego). Nuestros argumentos, por tanto, no tienen que ver con nuestra comodidad, que no cambia especialmente, sino con lo que creemos que es mejor para el alumnado, el centro y la función de la escuela pública en la sociedad. No son nuestras opiniones, sino la información que hemos encontrado, así que ponemos los enlaces por si queréis leer más. Nuestra oposición a la jornada continua no tiene nada que ver con "qué nos viene mejor" personalmente, sino con lo que esperamos del colegio de nuestros hijos e hijas.
Sí perjudica a las familias que no pueden llegar antes de las 16h
A menudo se dice que favorece a las familias que pueden recoger a las 14 horas sin perjudicar a nadie. Sin embargo, la jornada lectiva determina la vida del centro.
Por ejemplo, actualmente la secretaría del centro tiene un horario que coincide con el horario escolar (hasta las 16h) tres días en semana con lo que es posible para las familias acceder a cualquier trámite aunque el trabajo lo impida por las mañana. Con la jornada continua, en los cursos en los que por la emergencia sanitaria se implantó, sólo abría por las mañanas.
2. Porque no es bueno para los niños
Demasiadas horas seguidas hacen perder la concentración: mejor con descansos
Frente a la idea de que después de comer baja la concentración, algunos estudios (como este de la Fundación Ramón Areces, página 89) señalan que precisamente de 15 a 16 horas el alumnado tiene un periodo de máxima atención, aunque depende del tipo de actividades que se realizan. Más que concentrar las clases, es necesario adaptar el contenido de las mismas al horario en que se imparten. La atención al final de la mañana, con hambre y muchas horas de clase acumuladas, es peor que por la tarde, tras comer y jugar en el patio.
Los "artículos" que se citan en algunas páginas favorables a la continua no contienen datos (sólo opiniones valorativas) y no distinguen entre diferentes edades: los más pequeños, que son los más perjudicados en su ritmo biológico, son quienes menos capacidad tienen para mantener la concentración en momentos de cansancio.
No respeta los ritmos de los pequeños
Citando literalmente a la psicopedagoga Silvia Oria Roy “No es lo mismo hablar de niños de Educación Infantil, quienes a nuestro parecer psicopedagógico no es adecuado un período escolar de 9 a 14 con breves descansos, como para los alumnos y alumnas de últimos cursos de Primaria.”
En la jornada continua que se propone, los recreos de infantil duran sólo 15 minutos. En la partida, el primero es de 30 minutos y el segundo, que incluye el comedor, dos horas. El juego es parte fundamental de la educación, formación y convivencia y no creemos que sea bueno reducirlo tanto.
No parece razonable que los pequeños pasen de comer a las 12 o 12:30 en la escuela infantil para comer a las 14:00 en su primer año de colegio. La mayor parte de estudiantes del centro tienen las edades en que su cuerpo pide comer antes. La jornada partida permite adaptar los horarios de comedor a cada edad.
De hecho, la Sociedad Valenciana de Pediatría destacó en su posicionamiento sobre este debate que sus datos muestran un incremento de la obesidad y de la diabetes tipo II como consecuencia de los horarios de comedor de la jornada continua (y no de si comen en casa o en el colegio).
Reduce el tiempo de convivencia con sus compañeros y compañeras
Consideramos que el tiempo de patio es fundamental en la educación integral de nuestras hijas e hijos. Les permite interactuar con muchas más personas de las que tendrán normalmente en su entorno habitual, enseñándoles a convivir más allá de sus amigas y amigos. El conflicto, que inevitablemente surge, debe ser parte de su educación, y deben aprender a gestionarlo. La presencia de maestros en el centro que puedan enseñarles a canalizar y resolver esas discusiones de patio es esencial, y no es -ni debe ser- función de las empresas que tengan la concesión del comedor en cada momento.
El colegio no debe ser sólo para “embutir” conocimientos
Las horas de clase serán las mismas con una jornada y con otra. El objetivo de “quitárselas de encima” cuanto antes para que los niños puedan estar más tiempo en casa es una concepción de la escuela como una fábrica. La escuela es -o debe ser- mucho más que los contenidos docentes, por lo que un mayor tiempo en contacto con el equipo docente redundará en un efecto positivo en la educación de nuestros hijos e hijas, más allá de la adquisición de conocimientos del currículo educativo.
Perjudica a los que más ayuda necesitan
El menor descanso entre clases de la jornada continua requiere mantener la concentración durante más tiempo seguido. Eso implica que los niños y niñas con más dificultades en el aprendizaje sean los más perjudicados por un horario concentrado en la mañana, pues suele coincidir con una menor capacidad para seguir los contenidos, acrecentando las distancias entre los más avanzados y los más rezagados.
Elimina el contacto personal de maestros y familias
La salida del colegio es el único momento en que se pone “cara” al maestro. Al margen de las tutorías y el horario en que puedan establecerse estas en una jornada continua, el sistema que vivimos en durante la jornada continua impuesta en tiempos de pandemia suprimió ese único momento en el que en uno o dos minutos podíamos comentar algo informalmente a las maestras y maestros del colegio, aunque sea una vez al mes. El hecho de que a los niños los recojamos de las monitoras de comedor y no de sus tutores -lo que ocurriría de implantarse la jornada continua- va en detrimento de la comunicación (humana, no estrictamente académica) que tenemos que tener con ellos. Y no, los mensajes a través de la agenda o por correo electrónico no llenan ese vacío comunicativo que es esencial para que familias y docentes estén en sincronía.
Más tiempo en la escuela tiene un efecto positivo sobre el rendimiento académico y el bienestar del alumnado
Parece contradictorio con lo que se ha indicado más arriba, pero no lo es. El horario no incide de forma signficativa en cuánto se aprende en cada momento, pero eso no implica que los y las estudiantes no estén mejor o peor con uno u otro sistema.
El reciente estudio de ESADE (mayo de 2022) sistematiza los análisis que se han realizado y destaca los efectos positivos en niveles de graduación (es decir, reducción del abandono), mejora del desarrollo socioemocional... entre otros efectos; os invitamos a leerlo.
3.Porque es malo para el colegio
Con la continua, la vida escolar se limita a la docencia
Como consecuencia de la concentración de las clases y la salida del profesorado tras las mismas, en ese momento acabará el proyecto educativo del centro: las cuidadoras de monitor (sobre las que sólo tenemos buenas palabras) ni tienen ni es su función la formación que tiene una maestra o maestro. Pensamos que el patio debe estar integrado dentro de la vida del centro, y la presencia de un profesor (aunque no sea quien lo vigile) no es irrelevante.
Dificulta la gestión de las extraescolares (y las pone en riesgo)
La oferta de extraescolares en el centro depende de dos factores: que haya demanda y que alguien las organice.
La jornada continua que se propone reducirá la demanda: aunque a corto plazo se note menos (las familias que deciden comer fuera es menos probable que vuelvan al centro, aunque hay quien si lo hace) a medio plazo el colegio atraerá a familias que prefieran esta jornada para poder llevarse pronto a sus hijos e hijas, y menos a las que prefieren jornada partida, que escogerán otros centros. En consecuencia, progresivamente habrá menos niños y niñas y menor variedad de extraescolares.
Por otra parte, la gestión de las actividades extraescolares la lleva a cabo el AMPA. Quienes estamos en la Junta directiva y las madres que generosamente nos apoyan, dedicamos todos los días en los que se realizan, parte de nuestro tiempo a asegurar que cada niño y cada niña esté en la actividad que corresponda, que lleguen todos los monitores y que todo funcione correctamente. La jornada continua implica una mayor carga de trabajo, puesto que hay que acoger también a niños que vienen de fuera, con lo que tenemos que tener mayor dedicación, lo que supone un mayor desgaste.
Existe un riesgo de empeorar la calidad de la nutrición y del servicio de comedor
Con la jornada continua a futuro puede que a gran parte de las familias ya no les interese dejar a los niños en el comedor, y a la empresa que tiene la concesión ahora no le salga rentable ese escenario. A medio plazo, en cada renovación (es anual) las empresas que ofrezcan sus servicios tendrán en cuenta la menor demanda, y por tanto invertirán menos.
Por otra parte, consideramos que el comedor escolar debe formar parte del proyecto educativo. En el comedor escolar se adquieren hábitos alimenticios y nutricionales correctos y contribuye a una alimentación más saludable, presente y futura. La elaboración de un menú por nutricionistas mejora la variedad de la dieta, lo que por falta de tiempo o conocimiento las familias no siempre podemos mantener.
4. Porque es malo para la sociedad
Porque nos cuesta dinero
La jornada continua supone, en la práctica, un fuerte incentivo para que las familias asuman los cuidados en el horario que se reduce la jornada escolar. Las alternativas (contratar en el mercado) son muy costosas, por lo que, especialmente en rentas bajas, se opta por asumir directamente esta decisión.
Ello implica que la persona que asume los cuidados -mayoritariamente mujeres- renuncia a acceder al mercado de trabajo. Un reciente y completo estudio ha estimado que en términos agregados, la jornada matinal (continua) supone una pérdida de anual de 8.048 millones de euros por parte de los padres y madres, siendo el 66,4% de esta cantidad soportada por las madres
Porque frena la igualdad
Ya se ha señalado que la jornada partida, al suponer más horas de escolarización (con la misma carga lectiva) facilita el seguimiento de quienes tienen más dificultades académicas.
Pero es que además, el mayor tiempo de cuidado que implica en la práctica la jornada continua recae mayormente sobre las mujeres, dificultando su acceso al mercado de trabajo o aumentando su carga de trabajo (jornada laboral+jornada de cuidados)
Existe un riesgo de empeorar la calidad de la nutrición y del servicio de comedor
Con la jornada continua, a futuro, puede que a gran parte de las familias ya no les interese dejar a los niños en el comedor, y a la empresa que tiene la concesión ahora no le salga rentable ese escenario. A medio plazo, en cada renovación (es anual) las empresas que ofrezcan sus servicios tendrán en cuenta la menor demanda, y por tanto invertirán menos.
Por otra parte, consideramos que el comedor escolar debe formar parte del proyecto educativo. En el comedor escolar se adquieren hábitos alimenticios y nutricionales correctos y contribuye a una alimentación más saludable, presente y futura. La elaboración de un menú por nutricionistas mejora la variedad de la dieta, lo que por falta de tiempo o conocimiento las familias no siempre podemos mantener.
El eventual mayor coste que pueda suponer debe llevarnos a reivindicar su financiación pública (o, al menos, la ampliación del sistema de becas de comedor), no la eliminación de un servicio que facilita el desarrollo físico y fomenta los buenos hábitos alimenticios.
5. Porque no es la forma ni el momento
Votar una y otra vez lo mismo no lo convierte en más democrático
El año pasado las familias del colegio (salvo las que hayan entrado este curso) ya votamos.
El sistema de cambio de jornada está pensado para que sólo se produzca si hay una amplísima mayoría (dos tercios del voto emitido, y tienen que votar dos tercios del censo). En ese contexto, lo lógico es que quien no quiera el cambio de jornada no vaya a votar (lo explicamos más abajo). Por tanto, la participación no es mostrar tu opinión, es -incluso votando en contra del cambio- aumentar las posibilidades de que se cambie la jornada continua.
En la votación del año pasado participó, un 46,6% del censo, es decir, se quedó muy lejos de lo necesario (un 20%: prácticamente, por cada dos votantes hacía falta otro más).
Las familias tuvimos mucha información y las dos entradas en este blog con argumentos a favor y en contra, siguen siendo de lo más leído. No parece razonable repetir la votación una y otra vez.
Es irreversible: en la práctica, nunca podría volverse a la jornada partida
En caso de que se aprobara el cambio de jornada, la orden que reguula este proceso establece que es obligatorio mantener ese nuevo horario durante tres cursos (un tercio de la vida escolar).
En teoría, cada curso podría decidirse cambiar el tipo de jornada. Sin embargo el proceso solo puede iniciarse si así lo deciden la mayoría absoluta de los profesores, por una parte, y de las familias, por otro. Entre los padres y madres podrá cambiar la opinión, pero entre los profesores la experiencia muestra que no va a ser así: en los centros en que se ha implantado la jornada continua, sistemáticamente se oponen a que se pueda volver a votar.
¿Por qué lo mejor es NO IR A VOTAR si no quieres el cambio de jornada?
Para que se cambie la jornada, hace falta que vayan a votar dos terceras partes del censo (66,67%), y que se obtenga ese mismo porcentaje de votos favorables.
Son muchos votos, pero es normal, pues hay que tenerlo muy claro para cambiar un elemento fundamental del modelo del colegio que elegimos para educar a nuestras hijas y nuestros hijos.
Eso, en realidad, supone que para que haya cambio, bastaría con que cuatro de cada nueve familias así lo quisieran (¡aunque las otras cinco estuvieran en contra!), si consiguen que vayan a votar las suficientes personas, aunque estén en contra del cambio y voten en contra del mismo (o en blanco).
Supongamos un colegio con 100 padres y madres. De esas personas, 52 quieren mantener la jornada partida y 48 cambiar a la continua. La lógica dice que no se debería poder hacer el cambio. Sin embargo, puede no ser así.
Dado que los que quieren el cambio tienen interés en ir a votar, irán mayoritariamente (porque no saben que son minoría y aspiran a ganar la votación). Supongamos que votan a favor 45 de esos 48 padres.
Los que quieren mantener la jornada no tienen particular interés en ir a votar, porque no ganan nada yendo. Supongamos que, a pesar de ello, los interesados en el cambio consiguen convencer a unos cuantos de que vayan a votar, y van 22 personas a votar en contra.
El resultado sería que la votación es válida (votan 67 de 100) y el resultado es 45 a 22, es decir, un 67%. Se adoptaría el cambio de jornada en contra de la opinión real mayoritaria y sería irreversible.
Dado que no podemos garantizar que todos los que nos oponemos vayan a votar (de hecho, podemos intuir que no será así), lo más democrático es comprobar si quienes quieren el cambio alcanzan la mayoría que requiere la norma, pero sin nuestra ayuda.
El proceso de cambio de votación está regulado por la Comunidad de Madrid. A nosotros no nos gusta: pensamos que algo tan trascendente no debe dejarse a la decisión de cada familia, cuando hay tantos aspectos implicados, sino que debería ser una decisión de gestión política, con datos y expertos independientes. A nadie se le ocurriría someter a votación de las familias si deben haber más o menos matemáticas o lengua. Sin embargo, son las normas que hay que cumplir.
Dentro de las reglas del juego, todas las opciones son legítimas. Pero hay que saber, que votar en contra del cambio, paradójicamente, puede favorecerlo.
Por todo ello, quienes hemos redactado esta entrada, consideramos que es notablemente mejor la jornada partida y que debe rechazarse el cambio propuesto.
Pablo, Mónica y Esperanza
15 comentarios
Manuel · 3 de febrero de 2023 a las 20:31
Creo que esta campaña es una lucha personal en contra del cambio de jornada y que están aprovechando su situación en el AMPA para llevarlo a cabo, cosa que en mi punto de vista no es su función. ¿Qué hubiera pasado si todos los miembros del AMPA estuvieses en contra del cambio? ¿Habríais hecho el post igualmente? El único objetivo que tenéis es intentar manipular el voto de la gente y aprovecharse del estatus en el AMPA ES DEL TODO INMORAL. A mi no me representáis. Podéis tener la opinión que queráis pero este no es el sitio para darla. Y menos alegar que cualquiera podemos opinar aquí en un post que nunca se debería haber creado. Más gracioso me parece que digáis que no son las formas ni el momento de votarlo. ¿Qué hay que esperar a que vosotros lo autoricéis? No le interesa vuestra opinión. Una cosa es informar y otra es dar información.
Pablo · 3 de febrero de 2023 a las 22:55
La Junta Directiva entendió, por mayoría de sus miembros (con oposición de tres que no consideraban necesario ni procedente informar), que la mejor forma de informar, la más plural, era la de dar voz a las dos posturas. Son, en consecuencia, entradas hechas, desde la honestidad de cada parte, con los mejores argumentos, motivos y datos que hemos considerado. Las alternativas eran o bien no informar en absoluto -y la mayoría de la Junta entendimos que la asociación de familias no podía ponerse de lado en un debate como este, con el impacto que tiene en la vida escolar- o bien hacer una entrada formalmente neutral que nunca lo habría sido, porque en la junta directiva, como en las familias del colegio, existen diferentes posturas y no nos parecía razonable tomar partido como asociación. Cuando alguien está convencido de una opción, la neutralidad nunca será real, y negar eso sí sería una falta de respeto a las familias.
Nuestra única intención, te lo aseguro, es que las familias tengan acceso al máximo de información posible. En un proceso electoral consideramos legítimo que cualquiera se posicione como estime, y trate de convencer de qué es lo mejor.
La decisión de si es o no el sitio para que se presenten argumentos de parte (que evidentemente, insisto, pueden tener un componente subjetivo o valorativo) corresponde a la Junta Directiva de la asociación que decidió que sí se presentaran los dos puntos de vista de este modo. No hay luchas personales. Hay posiciones argumentadas desde el máximo rigor que hemos sido capaces, con un importante trabajo de documentación y análisis de muchos estudios realizados por profesionales de distinta naturaleza, expuestos de forma sistematizada. Y sí, enmarcados en un discurso que defiende una postura. Y tan parcial es esta entrada como la favorable, que parece que, por alguna razón, no te ofende y no te parece mal.
Nadie obliga a nadie a leer las entradas. Si no te interesa nuestra opinión, que es muy legítimo, no la leas.
Por último, claro que no te representamos en esa entrada. Nunca hemos pretendido, y así se expone con claridad, representar a nadie con ellas. Lo que pretendemos es presentar una postura, con estudios, datos, hechos y argumentos.
María · 5 de febrero de 2023 a las 21:42
Una vez leído este despliegue de información, alguna no del todo cierta, me gustaría destacar que NO VOTAR en un proceso electoral, sea cual fuere, es ANTIDEMOCRÁTICO. Entiendo que el sentir democrático de esta Comunidad Educativa que todos representamos, LO DEMOCRATICO ES VOTAR Y PROMOVER LA MÁXIMA PARTICIPACIÓN, en todos y cada uno de los procesos electorales que se abren en el colegio, como son elegir los representantes del Consejo Escolar, el Presidente del AMPA, o en este caso el cambio de jornada escolar, con libertad y respetando siempre todas las opiniones.
Animar a NO VOTAR es no respetar a los que votan o tienen una opinión diferente a la tuya .
De hecho, animaría al voto mayoritario, para poder comprobar de forma definitiva, que porcentaje quiere el cambio y cual no, NO VOTAR no significa no querer el cambio, sencillamente, para algunas familias es muy complicado hacer llegar su voto.
Me gustaría destacar, el respeto que merece la opinión de las y los profesionales del Colegio Real Armada, que está basada en su experiencia, en el haber trabajado en las dos jornadas y nada que ver con placebos ni ideas visionarias.
Los colegios privados a los que mencionas, jamás promoverán el cambio a jornada única, y no precisamente por el resultado académico de la misma, sino como bien sabemos, un colegio privado es un negocio particular, no público, y por tanto como todo negocio tiene que mirar por sus intereses y uno y muy importante es el comedor (que gestionan ellos) y las actividades extraescolares, que proponen a las familias, pagadas por éstas durante el descanso del mediodía. Otra falta de respeto a todos las/los profesionales de la enseñanza pública, si dejas entrever que los mejores son los de la privada.
También me gustaría aclarar que ES INCIERTO decir que volver a la jornada actual es prácticamente imposible. Todos los cursos se le plantea al claustro y al consejo escolar si se sigue con la misma jornada escolar. Y cada año puede un representante de los padres o del profesorado solicitar el cambio, y se procede del mismo modo que se está habiendo ahora.
Ya sabemos. porque lo hemos vivido, que la conciliación familiar con el colegio sería la misma con uno u otro horario. Se cubre el mismo horario, cambiando el orden, primero las lectivas y después las de comedor y las extraescolares. Intentar convencernos que va a ser peor la comida o el servicio no es ajustarse a la realidad, los mismos menús y revisados por los mismos profesionales, no se nos olvide que somos un colegio público y el comedor está regulado por la Consejería de Educación. Lo que si destacaría es que con la jornada única hay un porcentaje importante de familias que pueden llevarse a sus hijas/os a comer a casa y así ahorrarse el dinero del comedor, que no se nos olvide, que para muchas familias es un verdadero esfuerzo económico.
Por ello animo a votar a todos y cada uno con lo que crea que es mejor para sus hijas/os, y siempre desde el RESPETO.
Pablo · 5 de febrero de 2023 a las 22:45
Gracias por argumentar.
Discrepo de tu idea de que es democrático y que no. El procedimenton establecido da un significado político a la no participación (si no, exigiría sólo porcentaje de votos, ya fuera sobre el censo o sobre la participación). El rechazo consciente y motivado es siempre legítimo y democrático (no es pasotismo)
En ningún momento se dice -porque no es cierto- que los docentes la publica sean peores. Lo que se dice es que en niveles socio económicos más elevados (lo que incluye a la privada), que tienen mayor capacidad de acceso a la información y de asesorarse, la elección mayoritaria es la que es. También en la pública. Un colegio privado tiene que atraer alumnos (es su negocio). El argumento (uno entre tantos, no definitivo) es que es irracional pensar que no escogerán el que favorezca mejores resultados.
María · 6 de febrero de 2023 a las 11:00
Me gustaría saber el motivo por el que mi entrada en el blog del AMPA no está al final del mismo, siendo la que que he participado en último lugar hasta el momento, AYER día 5 de febrero, y en cambio aparezco, entre dos participaciones anteriores del día 3 de febrero.
El objetivo es que mi comentario pase desapercibido?…..
Manuel · 6 de febrero de 2023 a las 11:54
Ya todos nos estamos dando cuenda del nivel de manipulación y mentiras que están empleando usando la asociación de AMPA para algo que no le corresponde. Actuáis como unos abogados bien capacitado que no ejercen. Creéis que este es vuestro gran juicio y sois capaz de cualquier maniobra para saliros con la vuestra. Lo triste es que igual que siempre que se ha votado el cambio de jornada, no saldrá porque la gente es muy dejada y votaremos cuatro. Y pensareis que los que no han votado ha sido gracias a vosotros.
Listado de mentiras:
Conciliación familiar. En las dos jornadas salen a las 16:00 si se quedan a comer. Con la diferencia que en la continúa algunas familias podrán prescindir de dejar a sus hijos a comer y ahorrarse el comedor, que no todas pueden permitírselo.
Menos tiempo de recreo. Tendrán dos recreos de 15 minutos y los que se queden a comer más de una hora de recreo extra y sin en el estrés de tener que volver a clase donde lo mismo les esperaba un examen o exponer algún trabajo.
Dificulta la igualdad. Otra mentira ya que los horarios de entrada y recogida no varían. Pero ir con este argumento gana votos.
El cambio brusco del horario de comedor. El cambio brusco es cuando comen a las 12:30 y los fines de semana comen a la hora normal en casa. Dudo yo que algún niño del colegio coma en casa antes de las dos.
Estudios que avalen mejoras. Es muy complicado hacer un estudio al respecto, ya que no se sabría que habrían hecho los niños estudiados si tuvieran la otra jornada. Y me fío yo poco de lo que pueda opinar un padre con unas ideas fijas haciendo un estudio al respecto aunque sea profesor universitario. Dudo de su parcialidad.
Y la mayor mentira de todas. Que este post es para crear debate. NO, este post esta diseñado para intentar manipular a los padres y llevarles a vuestro terreno y así ganar la batalla en la que os habéis metido. Y eso lo sabemos todos.
Espero que gracias a vosotros motivéis que la gente indignada vote y se consiga el cambio a una jornada de este siglo y no la tradicional jornada obsoleta pensada para preparar trabajadores de fábrica. Con todo mis respetos para ellos
Pablo · 6 de febrero de 2023 a las 12:19
Tus respuestas, al margen de ser una falta de respeto constante, denotan que o bien no has leído ni los argumentos ni mucho menos los estudios en los que se fundamentan, o bien quieres hacer ver que dicen lo que no dicen para poder así rebatirlos.
En la mayor parte de los puntos que indicas el problema no está donde señalas. Y claro que cualquier estudio puede ser discutido: atacando a su metodología, sus fuentes, sus errores: no atacando a la persona que los hace. Personalmente, no conozco a ninguno de los investigadores que los han realizado, y nunca me atrevería a descalificar su trabajo por sus opiniones personales, sino atendiendo a cómo se fundamentan.
Pensar que la neutralidad existe, que en cualquier tema en el que directamente haya impacto sobre las personas o la sociedad el investigador no tiene interés personal y es un ser de luz es desconocer la naturaleza humana. Discutir las ideas, la validez de los datos, los razonamientos, hacen avanzar las sociedades. Descalificar a quien las sostiene por un supuesto interés personal (distinto de la convicción de que lo que dice es cierto) solo lleva a la barbarie, y no me interesa (ni creo que al resto de familias).
En este blog se ha dado espacio, tanto en la entrada inicial como en los comentarios, a todo el contenido favorable a ambas postura, sin ninguna restricción. Objetivamente, no hay ninguna manipulación, sin perjuicio, obviamente, de que cualquiera (socio o no), pueda discrepar de las ideas. Se trata, en uno y otro caso, de ciudadanos y ciudadanas exponiendo ideas y argumentos, mejor o peor fundadas, sobre qué es mejor para nuestros hijos e hijas. No sé quien eres, ni siquiera si eres socio del AMPA o padre o Madre del colegio, ni quiero saberlo, porque me da igual. Lo único que me importa es el debate. Estoy convencido (sin tener ningún interés personal más allá de buscar lo mejor para la sociedad, el colegio y mis hijos e hijas) de que lo que defiendo es lo correcto, y de que lo hago sin faltar el respeto a nadie por opinar lo contrario. Y esto es aplicable, tanto a mi postura sobre el fondo, como sobre la decisión de publicar estas dos entradas.
Maria · 6 de febrero de 2023 a las 12:32
Me gustaría saber el motivo por el que mi entrada en el blog del AMPA no está al final del mismo, siendo la que que he participado en último lugar hasta el momento, AYER día 5 de febrero, y en cambio aparezco, entre dos participaciones anteriores del día 3 de febrero.
El objetivo es que mi comentario pase desapercibido?…..
Pablo · 6 de febrero de 2023 a las 13:08
No tenemos (ni queremos tener) ningún control sobre el orden que aparecen los comentarios. Se agrupan automáticamente por conversaciones. Si respondes a una conversación, se pone debajo de la misma.
Ana María Martín · 2 de febrero de 2023 a las 22:48
Después de leer esto mi reflexión es que se olvida por completo lo que es la DEMOCRACIA. Incitando a NO VOTAR. Así nos va también en nuestro país. Que nos gobierna gente incompetente por ser muy bajo el porcentaje de votantes. En este caso, es muy descarado que representantes de los padres se posicionen de esta forma tan radical hablando en nombre de todos los padres del centro. Roza incluso la falta de respeto. Ahora que estamos en vísperas de una campaña electoral. Alguien ha visto a algún político incitar a NO VOTAR???. Me parece vergonzoso. Si lo hicierais en conversaciones personales es lícito. Pero……¿ Como Presidentes y Representantes de AMPA????? . Habéis reflexionado sobre esta actitud???. Ya veo que no. Que lo tenéis súper claro. Que pena. Engañais a las familias que tienen poca información.
Pablo · 3 de febrero de 2023 a las 01:50
Es perfectamente democrático actuar en un proceso electoral de la forma que, según se ha diseñado ese sistema, más favorezca el resultado querido por el elector. Votar es un derecho, y no un deber. El sistema (absurdamente, a mi juicio) está diseñado así: la comunidad de Madrid no sólo exige un porcentaje de votos a favor, sino que exige también participación, con lo que expresamente se atribuye un valor al no votar. Por tanto, no participar es (obviamente, a mi juicio) una forma legítima, perfectamente democrática de oponerse a una toma de decisión.
En cualquier caso, se deja claro que la postura defendida no es la del AMPA. La junta directiva, por mayoría (no por unanimidad, como bien indica Joana en comentarios a la otra entrada) decidió que la mejor forma de fomentar el debate de las familias, la que más garantizaba el pluralismo, era la de redactar dos entradas defendiendo los argumentos de cada posición. Desde el punto de vista de la mayoría de la junta directiva, la mejor forma de informar es la pluralidad, pues la supuesta neutralidad es, casi siempre, una forma de manipulación.
Por ello, la decisión del AMPA fue brindar un espacio para la exposición de ambas posturas. Las posturas, tal y como expresamente se indica, no hablan ni pretenden hablar en nombre de nadie más que quien las firma. No nos arrogamos la representación de “todos los padres del centro” (ni siquiera de las familias de la asociación). No escribimos “como presidentes y representantes del AMPA”. De hecho, se exponen las dos posturas con total libertad, e indicando expresamente que están redactadas por quien cree en ellas (y por tanto no es neutral). Como he indicado en otros comentarios, estamos encantados de que haya debate. Quienes queremos, exponemos nuestras posturas y quien quiera leerlo tendrá acceso a más puntos de vista.
Por último, me parece profundamente injusta (y diría que objetivamente falsa) la afirmación “engañais a las familias que tienen poca información”. Esta entrada, en cuya elaboración he participado es un esfuerzo por lo contrario. Cada afirmación está documentada con estudios y argumentos. Hemos hecho un esfuerzo ingente de investigación, lectura de diferentes estudios de investigación para, a partir de eso, extractar y resumir lo que consideramos más relevante. Cada artículo está enlazado, para que cualquiera pueda comprobar que lo que decimos es realmente lo que dice el artículo, e incluso para que pueda valorar la credibilidad del mismo. Ofrecemos muchísima información de forma, esperamos, asequible para todas las familias del colegio. Lo que queremos evitar, precisamente, es que el debate se base en emociones o impresiones y no en verdadera información.
Pueden no gustarte nuestros argumentos o parecerte poco convincentes, pero no hay una sola falsedad para que afirmes que engañamos a nadie. Si hay algún error, que es posible porque somos humanos, no tenemos inconveniente en corregirlo.
Ana Maria Martín · 3 de febrero de 2023 a las 18:20
Cuando afirmó ” Engañais a las familias que tienen poca información “, es cierto lo que dices que es muy atrevido. Rectifico y lo retiro como afirmación. Pero sigo pensando que la cantidad de información que está publicada, que, por supuesto, he de felicitaros por el trabajo y tiempo invertido en ello, se interpreta claramente en favor de una postura que es la continuidad de la jornada partida. Lo que no veo bien es que, representantes del AMPA y el representante de las familias en el Consejo Escolar
quieran crear debate, como bien dices, quieran informar y, además se posicionen en una de las dos opciones.
Pablo · 3 de febrero de 2023 a las 18:44
Siento que pienses que no tengo derecho a mostrar mi opinión, que no es, ni pretende ser, la de nadie más que la mía. Se deja claro que la postura no es la del AMPA. Se ha dado el mismo espacio a las dos posturas (todo el que quieran). Se permite que cualquier añada los argumentos que quiera en los comentarios (no podría ser de otra forma, evidentemente, no creo que sea digno de elogio, simplemente lo hago notar). No hay debate si no se dan argumentos claramente. Con toda honestidad, insisto, sin ninguna vocación de ampararnos en ninguna neutralidad, damos tres personas nuestra opinión. Recogemos los argumentos que el año pasado -este año han decidido no involucrarse- dieron otras tres personas. Cada familia puede leer y opinar lo que considere oporturno (y evidentemente criticarnos, pero no creo que aporte nada al debate sobre que es mejor para nuestros hijos e hijas, nuestro colegio o nuestra sociedad).
Ana María Martín · 3 de febrero de 2023 a las 20:55
Vale, ya lo entendido. Es únicamente la opinión de vosotros tres. Pues fenomenal. Espero que el resto de familias escuchen al resto de madres y padres que están en la Junta Directiva del AMPA, a los miembros del Consejo Escolar que representan al Sector Padres. A los que acudieron el curso pasado a votar, a los que no fueron, a los que van a ir este año, a los que no van a ir etc….y se siga debatiendo, o, quiza….. no hace demasiada falta debatir mucho más. Con toda la información que nos habéis proporcionado es más que suficiente.
Argumentos a favor de cambiar a la jornada continua – AMPA Real Armada · 2 de febrero de 2023 a las 11:26
[…] El AMPA no toma postura en el debate de este proceso . Los miembros de la directiva que apoyamos cada una de las posturas hemos desarrollado estos argumentos para que las familias puedan decidir libremente. Estos son argumentos a favor de establecer la jornada continua. También puedes leer los argumentos a en contra. […]